domingo, 30 de diciembre de 2012

Más filosofía en el mundo


"Crisis, crisis, crisis..." allá donde miremos podemos ver esa palabra, en la tele, en la radio, en cualquier diario... y aún así estamos muy ciegos. Los medios de comunicación están totalmente comprados, intentan desinformar a las masas, con perdón, borregas, que repiten y creen lo que les dictan unos mentirosos, que engordan sus carteras pagados por la élite mundial. Vivimos totalmente en la ignorancia, no sabemos ni la mitad de elementos que están utilizando en el gobierno para manipularnos y hacernos creer lo que no es.

Pese a esto, supongo que no quede mucha gente desinformada en el tema de los recortes. Los que no entienden de estos asuntos se creen absolutamente todo lo que se publica en la prensa, pero por otra parte, un gran porcentaje de la población sabe que estos recortes no son más que excusas para descarada y rápidamente eliminar el estado de bienestar y los derechos sociales y dar paso al aumento del capital financiero, ya que únicamente sirven para aumentar las ganancias de los banqueros y favorecer la tan ansiada acumulación de capital.
Pero para salir de la crisis hay que empezar por entender sus causas. Felizmente, hay voces denunciando correctamente y sin miedo a su causa más próxima la infame intromisión del Estado en la economía, que es lo que crea desajustes y las consecuentes recesiones. Aunque realmente la cuestión es, ¿por qué lo permitimos?

Para responder a esto, utilizo una de las citas de Ayn Rand, una de las filósofas más influyentes del siglo XX: "la economía es valiosísima como complemento a la filosofía; pero, igual que un cuerpo sin mente, es inútil e imposible si está desgajada de la filosofía"
Y es que para mucha gente, entre los que me incluyo, la crisis que está aconteciendo hoy en día en todo el mundo no es un problema meramente económico, sino que es más bien un problema moral. Esta fue desatada por las malas intervenciones del gobierno en la sociedad, y lo que es peor, nosotros, los ciudadanos de a pie, lo hemos permitido sin apenas protestar. Centrándome más en nuestro país, ya que es la situación que mejor conocemos, me parece indignante la situación. Parece mentira que ahora, en pleno siglo XXI, dirija un país desarrollado un gobierno que esté más preocupado de impedir el matrimonio homosexual que de los suicidios de las personas a las que están dejando sin hogar. Me parece que es una tremenda injusticia que aquellos que han estado trabajando toda su vida sean desahuciados, echados a la calle, despojados de su vivienda (a la que según la Constitución tienen derecho) por haberse quedado sin trabajo en tiempos de crisis. Todo el dinero que han pagado por su casa es desestimado, eso nada les importa a los bancos que se quedan con el inmueble, se quedan con el dinero recobrado y todavía exigen el resto de la deuda. Es una forma exagerada de beneficiar al más fuerte, pero los ciudadanos, que somos en realidad los únicos desfavorecidos, no podemos hacer nada. Luego dicen que vivimos en un país democrático en el que se hace caso a la opinión de la mayoría. 

Lo que pasa es que esos individuos poderosos, grupos minoritarios de gente a la que no le importa nada más que sus propias ganancias, pasan por encima de "la plebe" sin pensar en el daño que están causando, sin razonar que si España fuese realmente un país democrático y bien organizado se iba a acabar eso de "robar cantidades exorbitantes de dinero común y ser perdonado sin exigir una devolución",  "dedicarse a la caza mayor en un país africano " y demás barbaridades.

El problema es que ellos son los que dirigen nuestro país, y por lo tanto, lo mueven y organizan según como les convenga. Un claro ejemplo es el dinero recaudado con los famosos recortes que, ¿para qué se está utilizando? Para cubrir las deudas de los bancos, aquellos que durante mucho tiempo se han dedicado a ganar auténticas fortunas, cifras inimaginables, sucio dinero que quieren exclusivamente para aumentar sus desmesuradas montañas de capital por mera codicia, con el único propósito de ganar más y de la forma más rápida posible.

¿Dónde está la moralidad de los políticos? ¿Dónde ha quedado aquello de "sacrificarse por el bien común"?

Necesitamos reglas más inteligentes. Un mundo más razonable y justo requiere menos dinero secundario, menos crecimiento ilimitado y una teoría económica más realista, no tan unilateral ni entrampada en los juegos de poder vigentes. Lamentablemente, la visión actual está muy alejada de los acontecimientos económicos que estamos viviendo. Pero si los pilotos desconocen el instrumental de vuelo, entonces preparémonos para más turbulencias. La justicia económica y moral deberá seguir esperando.

martes, 27 de noviembre de 2012

Fijismo, creacionismo y sus dilemas


Aristóteles (384-322 a. C) fue un conocido filósofo cuyo padre, Nicómaco, había estudiado medicina, por lo que desde joven se interesó por este mundo, en especial en los temas de anatomía y disección. Creía en el fijismo (teoría que dominó durante unos 2000 años, su máximo representante es Linneo), el cual va unido a la corriente metafísica que afirma la inmutabilidad de la esencia de las cosas (Platón). A menudo Aristóteles es considerado uno de los fijistas más importantes de la historia  que sostenía que, puesto que todo tiene su esencia y todas las esencias son fijas, entonces las especies también lo son, incluida la humana. Dicho con otras palabras, los individuos nacen y mueren generación tras generación, pero las especies permanecen invariables. Las especies serían, por tanto, inmutables, tal y como fueron creadas, y los fósiles,  restos de los animales que se extinguieron por diversas causas de la naturaleza.

Esta tesis propuesta, tuvo algunos roces con la Iglesia, por lo que tuvo que ser modificada más tarde; sostenía una teoría creacionista (prácticamente igual a la fijista pero creada un tiempo después) que seguía la interpretación literal del libro de Génesis. Según esta, además de la creación definitiva de todas las especies, Dios había creado al hombre a su imagen y semejanza, y explicaba el origen de los fósiles en desastres divinos que hacían que se extinguiesen algunas especies, pero entonces Dios volvía a actuar para que aparecieran otras nuevas, similares a las anteriores.

Hoy en día, en pleno siglo XXI, hay algunos países que imparten este tipo de enseñanza en los colegios y se niegan a explicar el resto de teorías, mucho más coherentes y actuales, debido a que si esto fuera aceptado, parte de aquello que transmite la religión se derrumbaría. Lo peor es que todavía existe gente que no acepta la evolución de las especies, prefieren creer lo que les dictamina una institución corrupta y falsa (sin ánimos de ofender a nadie). ¿De verdad es coherente que una entidad divina creara a un hombre del barro y a una mujer de una costilla de este? Y en ese caso, ¿qué pasó después? 


Voy a contar unas pocas líneas una anécdota que me ocurrió cuando era una niña de primaria de apenas 10 años, y que no se me olvidará en la vida: cierto día en clase de religión, la profesora nos estaba contando la historia de Caín y Abel, los hijos de Adán y Eva según la Biblia. Se me ocurrió preguntar al final de la clase, sin que el resto de compañeros me oyeran,  cómo habíamos podido llegar al mundo el resto, si Adán y Eva solo habían tenido dos hijos y ambos eran varones. Nunca obtuve contestación. 
Si una niña de 10 años puede poner en duda el creacionismo defendido por la Iglesia argumentándolo, ¿es una teoría fiable? No lo creo.

Sinceramente, no barajo la posibilidad de este tipo de teorías como posible origen de las especies, así que prefiero creer en otras más fiables bajo mi punto de vista. Como dice el famoso refrán, "una imagen vale más que mil palabras".









martes, 30 de octubre de 2012

Discurso en el Banquete (Agatón)

"- Dices bien, Fedro; ya nada me impide hablar, pues con Sócrates podré dialogar, también, después, en muchas otras ocasiones.
Yo quiero, en primer lugar, indicar cómo debo hacer la exposición y luego pronunciar el discurso mismo. En efecto, me parece que todos los que han hablado antes no han encomiado al Dios, sino que han felicitado a los hombres por los bienes que él les causa. 
Pero ninguno ha dicho cuál es la naturaleza misma de quien les ha hecho estos regalos. La única manera correcta, sin embargo, de cualquier cosa es explicar palabra por palabra cuál es la razón de la persona sobre la que se habla y de qué clase de efecto es, realmente, responsable. De este modo, pues, es justo que también nosotros elogiemos a Eros, primero a él mismo, cuál es su naturaleza, y después sus dones. 
Afirmo, por tanto, que, si bien es cierto que todos los Dioses son felices, Eros, si es lícito decirlo sin incurrir en castigos divinos, es el más feliz de ellos por ser el más hermoso y el mejor. Y es el más hermoso por ser de la naturaleza siguiente. 
En primer lugar, Fedro, es el más joven de los Dioses. Y una gran prueba en favor de lo que digo nos la ofrece él mismo cuando huye apresuradamente de la vejez, que obviamente es rápida o, al menos, avanza sobre nosotros más rápidamente de lo que debiera. A ésta, en efecto, Eros la odia por naturaleza y no se le aproxima ni de lejos. Antes bien, siempre está en compañía de los jóvenes y es joven, pues mucha razón tiene aquel antiguo dicho de que lo semejante se acerca siempre a lo semejante.
Y yo, que estoy de acuerdo con Fedro en otras muchas cosas, no estoy de acuerdo, sin embargo, en que Eros es más antiguo que Crono y Jápeto, sino que sostengo, por el contrario, que es el más joven de los dioses y siempre joven, y que aquellos antiguos hechos en relación con los Dioses de que hablan Hesíodo y Parménides se han originado bajo el imperio de la Necesidad y no de Eros, suponiendo que aquellos dijeran la verdad. Pues no hubieran existido mutilaciones ni mutuos encadenamientos ni otras muchas violencias, si Eros hubiera estado entre ellos, sino amistad y paz, como ahora, desde que Eros es el soberano de los Dioses. 
Es, pues, joven, pero además de joven es delicado. Y está necesitado de un poeta como fue Homero para escribir la delicadeza de este Dios. Homero, efectivamente, afirma que Ate es una diosa delicada -al menos que sus pies son delicados- cuando dice: sus pies ciertamente son delicados, pues al suelo no los acerca, sino que anda sobre las cabezas de los hombres.
Hermosa, en efecto, en mi opinión, es la prueba que utiliza para poner de manifiesto la delicadeza de la diosa: que no anda sobre lo duro, sino lo blando. Pues bien, también nosotros utilizaremos esta misma prueba en relación con Eros para mostrar que es delicado. Pues no anda sobre la tierra ni sobre cráneos, cosas que no son precisamente muy blandas, sino que anda y habita entre las cosas más blandas que existen, ya que ha establecido su morada en los caracteres y almas de los Dioses y de los hombres. 
Y, por otra parte, no lo hace en todas las almas indiscriminadamente, sino que si se tropieza con una que tiene un temperamento duro, se marcha, mientras que si lo tiene suave, se queda. En consecuencia, al estar continuamente en contacto, no sólo con sus pies, sino con todo su ser, con las más blandas de entre las cosas más blandas, ha de ser necesariamente el más delicado. Por tanto es el más joven y el más delicado, pero además es flexible de forma, ya que, si fuera rígido, no sería capaz de envolver por todos lados ni de pasar inadvertido en su primera entrada y salida de cada alma. 
Una gran prueba de su figura bien proporcionada y flexible es su elegancia, cualidad que precisamente, según el testimonio de todos, posee Eros en grado sumo, pues entre la deformidad y Eros hay siempre mutuo antagonismo. 
La belleza de su tez la pone de manifiesto esa estancia entre flores del Dios, pues en lo que está sin flor o marchito, tanto si se trata del cuerpo como del alma o de cualquier otra cosa, no se asienta Eros, pero donde haya un lugar bien florido y bien perfumado, ahí se posa y permanece.
Sobre la belleza del Dios, pues, sea suficiente lo dicho, aunque todavía quedan por decir otras muchas cosas. Hay que hablar a continuación sobre la virtud de Eros, y lo más importante aquí es que Eros ni comete injusticia contra Dios u hombre alguno, ni es objeto de injusticia por parte de ningún Dios ni de ningún hombre. 
Pues ni padece de violencia, si padece de algo, ya que la violencia no toca a Eros, ni cuando hace algo, lo hace con violencia, puesto que todo el mundo sirve de buena gana a Eros en todo, y lo que uno acuerde con otro de buen grado dicen las leyes reinas de la ciudad que es justo. 
Pero, además de la justicia, participa también de la mayor templanza. Se reconoce, en efecto, que la templanza es el dominio de los placeres y deseos, y que ningún placer es superior a Eros. Y si son inferiores serán vencidos por Eros y los dominará, de suerte que Eros, al dominar los placeres y deseos, será extraordinariamente templado. Y en lo que se refiere a valentía, a Eros ni siquiera Ares puede resistir, pues no es Ares quien domina a Eros, sino Eros a Ares -el amor por Afrodita, según se dice. 
Ahora bien, el que domina es superior al dominado y si domina al más valiente de los demás, será necesariamente el más valiente de todos. Así, pues, se ha hablado sobre la justicia, la templanza y la valentía del Dios; falta hablar sobre su sabiduría, pues, en la medida de lo posible, se ha de intentar no omitir nada. En primer lugar, para honrar también yo a mi arte, como Erixímaco al suyo, es el Dios Poeta tan hábil que incluso hace poeta a otro. 
En efecto, todo aquél a quien toque Eros se convierte en poeta, aunque antes fuera extraño a las musas. De esto, precisamente, conviene que nos sirvamos como testimonio, de que Eros es, en general, un buen poeta en toda clase de creación artística. Pues lo que uno no tiene o no conoce, ni puede dárselo ni enseñárselo a otro. 
Por otra parte, respecto a la procreación de todos los seres vivos, ¿quién negará que es por habilidad de Eros por la que nacen y crecen todos los seres? Finalmente, en lo que se refiere a la maestría en las artes, ¿acaso no sabemos que aquel a quien enseñe este Dios resulta famoso e ilustre, mientras que a quien Eros no toque permanece oscuro? 
El arte de disparar el arco, la medicina y la adivinación los descubrió Apolo guiado por el deseo y el amor, de suerte que también él puede considerarse un discípulo de Eros, como lo son las musas en la música, Hefesto en la forja, Atenea en el arte de tejer y Zeus en el de gobernar a los Dioses y hombres. Ésta es la razón precisamente por la cual también las actividades de los Dioses se organizaron cuando Eros nació entre ellos -evidentemente, el de la belleza, pues sobre la fealdad no se asienta Eros-. Pero antes, como dije al principio, sucedieron entre los Dioses muchas cosas terribles, según se dice, debido al reinado de la Necesidad, mas tan pronto como nació este Dios, en virtud del amor a las cosas bellas, se han originado bienes de todas clases para Dioses y hombres.
De esta manera, Fedro, me parece que Eros, siendo él mismo, en primer lugar, el más hermoso y mejor, es causa luego para los demás de otras cosas semejantes. 
Y se me ocurre también expresarles algo en verso, diciendo que es éste el que produce la paz entre los hombres, la calma tranquila en alta mar,

el reposo de los vientos y el sueño en las inquietudes.


Él es quien nos vacía de extrañamiento y nos llena de intimidad, el que hace que se celebren en mutua compañía todas las reuniones como la presente, y en las fiestas, en los coros y en los sacrificios resulta nuestro guía; nos otorga mansedumbre y nos quita aspereza; dispuesto a dar cordialidad, nunca a dar hostilidad; es propicio y amable; contemplado por los sabios, admirado por los Dioses; codiciado por los que no lo poseen, digna adquisición de los que lo poseen mucho; padre de la molicie, de la delicadeza, de la voluptuosidad, de las gracias, del deseo y de la nostalgia; cuidadoso de los buenos, despreocupado de los malos; en la fatiga, en el miedo, en la nostalgia, en la palabra es el mejor piloto, defensor, camarada y salvador; gloria de todos, Dioses y hombres; el más hermoso y mejor guía, al que debe seguir en su cortejo todo hombre, cantando bellamente en su honor y participando en la oda que Eros entona y con la que encanta la mente de todos los Dioses y de todos los hombres.
Que este discurso mío, Fedro -dijo- quede dedicado como ofrenda al dios, discurso que, en la medida de mis posibilidades, participa tanto de diversión como de mesurada seriedad.
Al terminar de hablar Agatón, me dijo Aristodemo que todos los presentes aplaudieron estruendosamente, ya que el joven había hablado en términos dignos de sí mismo y del Dios. 
Entonces Sócrates, con la mirada puesta en Erixímaco, dijo:

- ¿Te sigue pareciendo, oh hijo de Acúmeno, que mi temor de antes era injustificado, o no crees, más bien, que he hablado como un profeta cuando decía hace un momento que Agatón hablaría admirablemente y que yo me iba a encontrar en una situación difícil?
-Una de las dos cosas, que Agatón hablaría bien -dijo Eriximaco-, creo, en efecto, que la has dicho proféticamente. Pero que tú ibas a estar en una situación difícil, no lo creo."




Para que quede más claro, voy a destacar que Eros, según El banquete de Platón, fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita, lo que explicaba los diferentes aspectos del amor. A veces era llamado, Dioniso, ‘el libertador’. Su equivalente romano era el más conocido Cupido ‘deseo’.

Agatón es uno de los miembros más destacados en esta obra filosófica. Basa su discurso en colosales alabanzas al dios Eros y la vida que este ha tenido.
Comienza alegando que piensa suplir una carencia que han tenido los oradores anteriores, ya que estos han hablado de las consecuencias de Eros pero no de su naturaleza por lo que él centra su discurso en la naturaleza del dios, aunque también habla de sus consecuencias.
Dice al principio que Eros es el más joven de los dioses (aunque en este contexto nada tiene que ver con la vejez), también es el más bello, tierno y delicado. No conoce la violencia ni la sucesos bélicos, pues la guerra y las luchas de las que anteriormente hablaron el resto de personas en el Banquete, acontecieron entre los dioses que son anteriores a él.
Es él más justo y honesto, conmovedora es su capacidad de autocontrol y domina sobre los placeres y deseos meramente físicos. Es el más valeroso, pues incluso Ares, el dios de la guerra, es incapaz de hacerle frente y cae enamorado de Afrodita. También es el más hábil, pues para él el amor el motor de todas las artes y habilidades posibles.
En cuanto a sus consecuencias sobre los hombres, es capaz de quitarnos severidad, nos llena de intimidad y nos permite actuar de una forma debida.

Eros, simboliza como he dicho antes al Amor, es el tema de El Banquete. Platón nos sitúa en un típico banquete griego, con sus dos partes, primero la comida en común, y luego la bebida, que era la excusa para que el anfitrión ofreciera un entretenimiento de carácter estético como el canto, la danza, la música, o un diálogo de ideas, con sus discursos, reflexiones. En este caso se trataba de un banquete en que los invitados de Agatón, poeta que había triunfado en el último certamen literario, pronunciaran su opinión sobre el amor.
Con su diálogo Sócrates hace reconocer a Agatón que sus palabras escondían contradicciones dentro de su belleza y persuasión. Decía que el amor era bello, bueno, pero todo deseo representa anhelo de algo, que es algo que no se tiene, y que se apetece tener, o si lo tenemos quizá no sabemos si mañana estará con nosotros y lo deseamos tener siempre. Por tanto, si Eros aspira a lo bello no puede ser él mismo bello, sino necesitado de belleza. Y por tanto no es un Dios, pues no es posible un dios sin belleza.
El Eros como el alma y como el filósofo pertenecen a ese linaje de seres medianeros entre el mundo de las Ideas y el de las cosas materiales, y cuya misión consiste en poner en comunicación ambos mundos. Por amor platónico se entiende hasta hoy el amor espiritual, el amor que nos trasciende, amor imposible dicen, pero no, es el amor que hace posible los imposibles, que nos hace sentir hermanos, por encima de diferencias.

¿Por qué Platón insiste en que hay que aprender a amar? Hace falta un amor que nos haga vencer el miedo a dar, necesitamos el amor que nos limpie de la concepción que tenemos de materialismo. Hoy en día, sobre todo en los tiempos de crisis que estamos viviendo, nos estamos olvidando de las cosas importantes como pueden ser la familia, los amigos, nuestra pareja, y nos centramos en hacer bien nuestro trabajo para poder tener un futuro asegurado. ¿Lo vamos a tener? Quién sabe, puede que si el Gobierno de España continúa tomando medidas drásticas, todo el trabajo que la gente esta desempeñando no sirva para nada y sea arrebatado para cubrir las deficiencias económicas que tenemos (o para otros aspectos). El dinero viene y se va, pero el amor es capaz de prevalecer toda la vida, puesto que es uno de los aspectos más importantes en nosotros, y está presente en nuestras conversaciones, en las películas, canciones sobre amores felices y desgraciados, e innumerables veces, las lágrimas, o la emoción nos embargan por razones de este tipo. Sin embargo, por otra parte, la especie humana de nuestra época no concibe al amor como una asignatura pendiente, como algo para aprender, solo es un sentimiento espontáneo: el enamoramiento o el deseo sexual.

Entonces, ¿a qué llamamos amor?, ¿es el amor el deseo sexual?, ¿es algo más?, ¿es lo mismo amar a los padres, a los hijos, a los amigos, a nuestro compañero, compañera?, ¿y el amor a nosotros mismos es sólo egoísmo?. Este es un tema al que no se le puede dar una respuesta, ya que como se suele decir, cada persona es un mundo, y para cada uno el amor significa algo diferente, al igual que era diferente para Platón y Agatón.



domingo, 3 de junio de 2012

Filosofía y política II


Esta es la imagen de una figura muy importante en la historia, sobre todo para las mujeres. Mary Wollstonecraft fue la primera feminista y probablemente la primera mujer que se atrevió a defender la igualdad entre hombres y mujeres. No sólo rechazaba el supuesto tradicional que definía de manera diferente las naturalezas femenina y masculina, sino que afirmaba con gran convencimiento que las mujeres no se desarrollaban más intelectualmente porque se les vetaba el acceso al conocimiento. Puede que si ella no hubiera protestado por las desigualdades e injusticias existentes en el siglo XVIII ahora mismo estaríamos viviendo en una sociedad completamente diferente a la que conocemos. No obstante, hoy en día, opino que nos estamos pasando en este asunto. Un claro ejemplo y probablemente el más conocido es el de la generalización de los términos escritos, quiero decir, palabras que siempre se escribieron de una manera (niños, alumnos, medico...) y hoy se pretende que se escriban también en la forma femenina. Yo soy mujer y no por ello me siento ofendida con la generalización de algunos términos, es más, me parece más agraviante que haya distinción entre ambos sexos en el léxico castellano. Si todos somos iguales, ¿por qué no se van a poder utilizar las mismas palabras?
Y al igual que hay personas que exigen la utilización de ambos vocablos, las hay que opinan que el género femenino debe de tener preferencia en los puestos de trabajo, hecho en el que discrepo completamente. Si durante tantos años ha existido el machismo en el mundo y hoy en día todavía coexiste en algunos países, qué mejor manera de demostrar que no existe una superioridad masculina que no teniendo ni menos, ni más, sino las mismas oportunidades, y que si una mujer llega a lo más alto no sea cuestionable su capacidad porque se quieran "regalar" puestos de trabajo, pienso, con la intención de ocultar las injusticias cometidas durante tanto tiempo sin que nadie hiciera nada.
 Volviendo al tema de antes, considero que  el uso genérico del masculino gramatical remite a la economía y simplificación lingüística, no a la opresión sexual. Se trata de lograr la máxima comunicación con el menor esfuerzo posible, y eso no significa una desconsideracion hacia el género femenino, ni mucho menos. Pero qué le vamos a hacer, los analfabetos están instalados en el poder. Sufrimos la peor de las invasiones, la invasión de la ignorancia. 

miércoles, 18 de abril de 2012

Filosofía y política

El origen de la política radica en el mismo hombre y su proceso de socialización, pero, ¿cómo surgió la necesitad de una entidad que gobernara sobre las otras?


El hombre es un ser social que tiene la necesidad de vivir con más gente para poder desarrollarse como tal. Desde hace miles de años, cuando las cavernas eran el refugio del hombre, éste ya vivía en compañía de otros. La primera forma de sociedad fue la familia, que no necesariamente seguía las pautas de un padre, una madre y sus hijos, sino que podía contar con más miembros. Fue aquí donde se vio la necesidad de encargar a una persona para que dirigiera y organizara a las otras, es decir, la necesidad de un gobierno.


Con el paso del tiempo, las familias se agruparon unas con otras para ayudarse con las labores del campo y la defensa; a esto se le llamó tribu, en la cual era necesario escoger a alguien que se hiciese cargo del gobierno (esta persona era escogida normalmente entre los más sabios, los más viejos o los más fuertes). Con el paso del tiempo, éstas fueron creciendo y con ello también creció la necesidad de poder sobre otras tribus más débiles y pequeñas. Esto provocó que gobernar la sociedad fuera cada vez más difícil, sobre todo cuando a la muerte del gobernante había que nombrar un sucesor.


Poco a poco estas agrupaciones de gente fueron progresando, hasta que hace unos 9.000 años se crearon las primeras ciudades, donde las dinastías se convirtieron en monarquías en las que el poder lo ejercía un rey o monarca. Estas sociedades eran llamadas Estados, los cuales, al expandir su poderío a otras regiones, se convirtieron en imperios.


En Grecia, la política tuvo una gran transformación, pues fue allí donde nació la democracia, lo que implicaba que el gobierno no era ejercido por un rey o jefe de estado, sino por un consejo que era elegido entre los ciudadanos (varones que habían nacido en la ciudad y que tenían estudios). Siglos después, los romanos invadieron Grecia, y a pesar de que trataron de establecer la democracia como forma de gobierno, ésta terminó degenerando en dictaduras.


Como se puede observar, desde que el ser humano puede ser considerado "hombre" han existido una o varias personas con la función de gobernar y liderar sobre las otras para evitar conflictos. Pienso que (como afirmaba el gran Aristóteles) sin un gobierno y una política, nuestra sociedad no hubiera podido salir adelante, es decir, es algo necesario para que los hombres no nos comportemos como animales salvajes, sino como animales racionales que somos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Filosofía y ciencia

Filosofía y ciencia siempre han ido de la mano. Son numerosos los casos en los que las ciencias han sido aplicadas a factores filosóficos, y gracias a la filosofía muchos científicos se han visto inspirados para realizar sus hipótesis y teorías. Ahora bien, estos dos factores también se ven enfrentados en algunas ocasiones. 
Un caso en el que pienso que deberían discrepar es en el de un triángulo isósceles y con un ángulo de 90º con hipotenusa de valor \scriptstyle{\sqrt{2}} . Me pregunto, ¿qué es exactamente la constante pitagórica?
 Todos conocemos perfectamente de qué trata el teorema de Pitágoras. Este gran matemático y filósofo griego propuso que en un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos; siendo así, pongamos el ejemplo citado anteriormente.
 h2 = C2 + c 2 
 h2  = 12 + 1 2
h = \scriptstyle{\sqrt{2}}

Hasta ahí todos de acuerdo, pero \scriptstyle{\sqrt{2}} es un número irracional, es decir, es imposible darle un valor exacto ya que siempre podríamos seguir sacando decimales. ¿No resulta ilógico que un triángulo que puede ser dibujado sin problema no tenga realmente una solución? Si dibujamos primero los catetos de valor 1, solo nos quedaría unir los extremos para tener la figura completa, pero, ¿no es imposible dibujar un segmento equivalente a un número con infinitos decimales? cómo se explica eso, ¿filosóficamente o científicamente?